VILLALBA-JERTE

Nuestra primera GRAN aventura.  En nuestras cabezas llevaba tiempo, dando vueltas y vueltas, más que un hámster en su rueda, la idea de hacer una ruta de varios días. Fue Clemente en el que lanzó el reto. Visitar El Jerte y celebrarlo con una barbacoa. ¡Quién puede negarse a eso!

Pues manos a las obra, como éramos novatos en esto de rutas de varios días, nos fuimos con un coche de apoyo turnándonos para conducir, por si alguno se arrepentía a medio camino, pero no fue el caso, el viaje salió genial. Alguna pérdida de trayecto, que añadía anécdotas a la ruta como la de bajar por una montaña llena de plantas que pinchaban más que un puercoespín, pero nada más allá. Así que,  si alguien sigue el track del primer día,  comprobar con  el HeadMap de Strava la ruta, el camino para bordear la montaña va un poco más abajo.

La ruta es muy agradable, se pasan bosques, se sigue el curso de ríos, hay sendas muy sorprendentes, espectaculares vistas, pueblos entrañables y algún que otro rampote.

Lo pasamos tan bien que nos liábamos más de la cuenta con las comidas al pasar por los pueblos. Se nos hacía de noche pronto, era principios de noviembre, y en alguna ocasión tuvimos que «atrochar» por carretera.

La llegada al Jerte es una pasada, primero por las vistas desde el mirador del Puerto de Tornavacas desde donde se divisa todo el valle. El descenso por las callejuelas del pueblo y para colofón, los familiares nos sorprendieron recibiéndonos con Champán.

Y sí, al final hubo barbacoa. La  hospitalidad de Asun y Clemente nos hicieron sentir como Hobbits en La Comarca, guiándonos al día siguiente por los parajes del bello pueblo y visitando sus famosas Pozas, unas piscinas naturales que en verano son una gozada. 

En resumen, deseando repetir.

El Conde Mango.

Villalba – El Tiemblo

El Tiemblo-Hoyos del Espino

Hoyos del Espino-Jerte